Horror en el Cristo de Grünewald

Veintitrés imágenes de la crucifixión en veintitrés segundos conforman la secuencia pictórica en el Getsemaní de Jesucristo Superstar (Norman Jewison, 1973). Luego de tomar captura de cada una de ellas, preparo un lienzo en la computadora y las coloco, una tras otra, según como van apareciendo en la secuencia. Al tenerlas todas juntas frente a mí, las puedo observar detenidamente por un largo rato. Si bien todas corresponden a representaciones de la pasión de Cristo, no parecen seguir algún patrón o criterio determinado; al menos no encuentro intencionalidad en el orden en que aparecen. Una a una las miro y las vuelvo a mirar, pero no logro identificar particularmente alguna de las obras de arte. Me siento algo desorientado, sin saber por dónde empezar. De pronto, una de las imágenes llama mi atención… ¡ya la había visto antes!


Meses atrás, poco antes de Semana Santa, me había llegado un artículo sobre una de las representaciones más espantosas de la crucifixión, la pintura en el retablo de Isenheim (Francia) hecha en el siglo XVI por el artista alemán Matthias Grünewald —su obra maestra—. Le fue encargada por unos monjes que administraban un hospital para pacientes de enfermedades muy graves y dolorosas, como un “bálsamo visual” para ellos; es decir, que la obra de arte tendría un propósito terapéutico, una especie de consuelo espiritual y estímulo visual para los pacientes. Para el crítico de arte Andrew Graham-Dixon, "ante este retablo, los pacientes del hospital podían ver su propio sufrimiento como parte de un plan divino". El pintor, más gótico que renacentista, tardó seis años en terminar su obra, y fue realizada en las mismas instalaciones del hospital, lo que le permitió observar y estudiar los horrores, el dolor y la degradación de los enfermos, y plasmarlos con la misma crudeza en todo el cuerpo de un Cristo salvajemente martirizado. Se sabe que Grünewald murió de peste casi diez años después.





Logro identificar hasta seis imágenes de la pintura de Grünewald en la secuencia pictórica de Getsemaní; y todas ellas igual de perturbadoras, a excepción de una. En la crucifixión del retablo de Isenheim, el artista incluyó al agnus Dei (el Cordero de Dios) a los pies de la cruz como un elemento de redención, a fin de brindar a los enfermos un sentido de esperanza en medio de su sufrimiento extremo. De las veintitrés imágenes de la secuencia pictórica, esta es la única que me transmite una breve sensación de calma.



Fuentes:
Bagdanov, K. (2021). Isenheim Altarpiece - The Crucifixion. KellyBagdanov.com. https://www.kellybagdanov.com/2021/04/30/isenheim-altarpiece-the-crucifixion/
Du Plessis, A. (2023). “Isenheim Altarpiece” by Matthias Grunewald – A Deep Look. Art in Context. https://artincontext.org/isenheim-altarpiece-by-matthias-grunewald/
Del Pino, L. (2017). El fuego de San Antonio. Libertad Digital. https://www.libertaddigital.com/opinion/los-enigmas-del-11m/el-fuego-de-san-antonio-14601/
Graham-Dixon, A. (2019). Renacimiento fuera de Italia en Arte: la historia visual definitiva. Dorling Kindersley.
WTF Art History. (2013). Isenheim Altarpiece. https://wtfarthistory.com/tagged/Isenheim%20Altarpiece/
Musée d’Unterlinden. (2023). The altarpiece of Isenheim. Colmar, Francia. https://webmuseo.com/ws/musee-unterlinden/app/collection/expo/34?lang=en

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