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Mostrando las entradas de agosto, 2007

Aventura en las faldas del Ampay

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Fines del mes de julio. Me encontraba visitando la tierra de mi padre: Abancay (2,378 m.s.n.m.), en el departamento de Apurímac. Mis dos primeros días fueron de relajo total, alternando el turismo en la ciudad y alrededores, con la comida típica y por supuesto, la irrefutable tradición de sentarse en un restaurante a conversar y tomarse unas cuantas cervezas para "calmar la sed". Gracias a la Oficina de Turismo pude anotarme, para mi último día en Abancay, en una excursión con un grupo de niños, al Santuario Nacional de Ampay , ubicado hacia el norte de la ciudad. El Ampay es un ecosistema conformado por niveles o pisos, abundantes en vegetación en los más inferiores, entre lagunas glaciares y bosques húmedos, y en los pisos superiores, la indomable puna y ya sobre los 4,600 m.s.n.m. la blancura del nevado. Alberga fauna y flora endémica , entre la que destaca la Intimpa , árbol en peligro de extinción. Subida a Ankasq'ocha La excursión llegaría hasta Ankasq'ocha,

Nuestro primer terremoto!

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Mi viejita me dijo que el pasado miércoles 15 de agosto viví el primer terremoto de mi vida. Y debe haber sido así para todos los limeños que nacimos después del trágico 31 mayo de 1970 , fecha del anterior, con una magnitud de 7.5 en la escala de Richter y que causó entre otras desgracias la desaparición de la ciudad de Yungay, en el departamento de Ancash. A las 6:41 PM estaba en el 3er piso de mi casa, en Magdalena del Mar, junto con José Manuel, mi hijo de 4 años de edad. Comenzó el temblor y como de costumbre pensé que sería leve así que me quedé sentado. Pero luego de unos segundos el piso se movía más y se oía afuera a la gente que empezaba a alarmarse. Nos paramos en el marco de la puerta y desde la azotea se veía el colegio que queda a la espalda de la casa. Los gritos de los niños saliendo de las aulas iban aumentando de volumen, a medida que llegábamos al medio minuto de movimiento sísmico y la intensidad sobrepasaba la de un simple temblor. Valeria, mi hija de 7 años, est