Máncora Tour 2007 (Parte III)

Máncora es el último distrito, hacia norte, del departamento de Piura. La parte conocida como "el pueblo" está delimitada por el Puente Cabo Blanco y el Puente Máncora. A la mitad de éste último se encuentra la línea imaginaria que divide los departamentos de Piura y Tumbes.

Sábado 24 de febrero. Teníamos planeado ir a conocer el balneario de Punta Sal. Así que, nuevamente tomamos una de las combis que pasan por la avenida principal para cruzar el Puente Máncora y dirigirnos hacia lo que muchos consideran la mejor zona de playas del Perú. Luego de 40 minutos, por error nos bajámos en el paradero de Playa Grande (Km 1,187), así que tuvimos que tomar una mototaxi para que nos lleve hasta la entrada del Punta Sal Hotel Club, que quedaba todavía a 6 Km de donde nos encontrábamos. Cuando llegamos, el portero nos dijo que el lugar estaba lleno y que ya no se podía ingresar; nos recomendó llamar por la tarde para hacer la reserva ya para el día siguiente. Le pedimos al conductor de la mototaxi, que nos llevara por el balneario mientras decidíamos dónde nos quedaríamos.

Durante todo el recorrido de la mañana, me llamó mucho la atención un tipo de árbol que nos acompañaba por el desértico camino: hacia los lados de la carretera creciendo silvestre en los arenales y un poco más lejos formando espesos bosques. Le pregunté al conductor y me dijo que se trataba de los "algarrobos". Inmediatamente, vino a mí la melodía de la composición de Rafael Otero, un vals criollo, que presumo debo haber escuchado de niño en mi casa y en reuniones familiares unas mil veces. Venía de mi memoria la letra: "Entre los troncos de mis algarrobos, con gran locura serpenteando baja el río, una cabaña, un candil y un perro lobo, y una cholita que adoro con delirio". Y no podía sino compartir la poética descripción que hacía el piurano de "Mis Algarrobos", de los paisajes de esta región del país, dominado durante siglos por la presencia de este emblemático árbol.


Regresando al relato, finalmente nos quedamos en el Hostal Caballito de Mar, en Playa Grande. La pasamos muy bien: playa, piscina, un ceviche mixto buenísimo y luego más piscina y más playa; y claro, no perdimos la oportunidad de probar del fruto del algarrobo: un agradable cóctel de "algarrobina". Estuvimos allí todo el día y al caer la tarde emprendimos el regreso a Máncora. Desde el celular llamamos al club para las reservas del día siguiente.


Siendo ya domingo, muy temprano salimos nuevamente rumbo al balneario de Punta Sal. Esta vez no no hubieron problemas para ingresar al Puntal Sal Club Hotel (Km 1,192). Nos instalamos bajo una de las chozitas de la playa y al igual que el día anterior, se podía apreciar la arena blanca y el agua turquesa, razón por la que ésta es reconocida como una de las playas más paradisíacas del norte peruano. Disfrutamos de las instalaciones del club durante todo el día, intercalando la playa con la piscina, el bar y el restaurante. Almorzamos un picante de langostinos que estuvo realmente bestia. Los "Chicos Locos" se divirtieron más que nunca; realmente la pasamos todos muy bien ese día.


A las 5 PM estábamos ya de regreso; y luego de dejar a todos en el Sausalito Beach, me fui al pueblo a buscar provisiones para la noche. Y es que nos quedaríamos en la habitación ya que a partir de las 8 PM transmitirían en vivo la ceremonia de entrega de los premios Oscar. Definitivamente Ceci pensó en todo cuando hizo la reserva en el único hotel de la zona con televisión por cable... Grande!






Continuar la historia en: Máncora Tour 2007 (Parte IV)

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