Parchís Forever

Hace algunos meses, cuando por fin me pude dar un tiempo para ingresar al mundillo del YouTube, me encontraba con las manos al raz del teclado pensando qué buscar. De pronto como si mis dedos cobraran conciencia propia, sin pensar escribí simplemente "parchis". En el instante que daba click al botón de búsqueda, en esos microsegundos vinieron a mí, como en las películas de M. Night Shyamalan, escenas de mi infancia, como si hubiera encontrado la llave de un cofre olvidado, como flashes de imágenes, de colores: el rojo, el amarillo, el verde, el azul, el blanco... Buena parte de mi niñez estuvo marcada por esos cinco colores. ¡Sí!: fui un fanático de ese Parchís.

"Erase Una Vez..."

Eran inicios de los 80, y el Perú no era precisamente un país globalizado. No existía Internet, y los medios de comunicación tardaron un poco en dar a conocer el fenómeno Parchís. No logro recordar cómo o desde cuando me empezó a gustar. Probablemente haya sido gracias al tema principal de la serie de dibujos animados "Comando G", a la que me había vuelto adicto. Lo que sí puedo asegurar es que la primera vez que los ví tuvo que haber sido en blanco y negro.

Fue en Barcelona, en junio de 1979 que la disquera Belter formó el grupo infantil. Y desde sus primeros temas "La Canción de Parchís" y "Hola, Amigos" el quinteto español cautivaría a toda una generación. Se convirtió rápidamente en un éxito sin precedentes en casi todos los países de habla hispana, grabando más de 150 canciones durante sus 5 años de existencia, y convocando multitudes en auditorios como el Estadio Azteca de México y el Madison Square Garden de New York.

Constantino "Tino" Fernández, Yolanda Ventura (mi segundo amor platónico), Gemma Pratts, Francisco "Frank" Díaz y David Muñoz visitaron el Perú en el 82 e incluso fueron entrevistados por el Tío Johnny y Yola Polastri. Para 1983 ya habrían filmado 6 películas de cine e incluso ese mismo año Tino anunciaría su alejamiento del grupo. Sin embargo la fiebre de Parchís en el Perú tenía para rato.

"El Ritmo Loco De Parchís"

Las películas de Parchis llegaban tarde, pero cuando se estrenaban en los cines, era todo un suceso entre los niños de mi generación. No recuerdo mucho respecto de la trama de aquellas producciones, pero sí que nos llenaba de alegría el ver a nuestros ídolos musicales viviendo aventuras tan cómicas como fantásticas. Mis padres, quienes sabían de mi fanatismo por la "pandilla", nos llevaban al cine a mí y a mi hermana. Lo recuerdo como una de las mejores cosas que me podía suceder.

A cada película le seguía su disco y era mi tío Oscar Garay quien los iba coleccionando religiosamente, para sus hijos, por supuesto. De hecho, con mis primos dedicábamos varias horas a la semana para ensayar los pasos y bailes de las canciones de Parchís. Se había vuelto tradición que en nuestras reuniones familiares los niños presenten su "show" musical ¿y saben?, no lo hacíamos tan mal. Nos compraron ropa con los colores respectivos: rojo, amarillo, verde, azul y blanco; e incluso nos presentamos en una actuación por el Día de la Madre. Nuestros padres estaban felices de ver a sus hijos bailando y soñando ser como Parchís.

"Cinco Amigos De Verdad"

Volviendo al inicio de este post, lo que encontré en YouTube fue un video preparado por unos fans españoles acerca de qué fue de cada uno de los integrantes de Parchís: Tino, quien perdió el brazo izquierdo, es un ejecutivo en una compañía de discos, Gemma dirige un nido (kinder), David trabaja en edición por computadora, y Frank tiene una agencia de modelos; todos ellos viven en España. Yolanda es actriz en México y debido a su contrato de exclusividad con Televisa y por otras razones el esperado reencuentro ante cámaras no se habría podido dar.

El video en YouTube me transportó como en una máquina de tiempo, más de veinticinco años atrás. El verlos nuevamente, y más aun, siendo ya adultos, me hizo recordar con emoción aquella época en la que los consideraba míticos: el carisma de Tino, las voces de Yolanda y Gemma, que se fusionaban y producían un sonido inconfundible, y también a los divertidos pequeños Frank y David.

"Hasta La Vista... Amigos de Parchís"
Con el advenimiento de la adolescencia y luego la juventud, Parchís se convirtió para mí en una de esas cosas de las que no quería hablar. De hecho me incomodaba cuando en las reuniones familiares mis tíos o mis primos mayores recordaban, en tono cariñoso pero a veces burlón, esos pequeños shows que improvisábamos al ritmo de "Con el Twist de mi Colegio" o "La Magia del Circo". Pensaba en lo ridículo que debió haber sido. Inmediatamente pensaba en algo para cambiar de tema.

Hace algunos meses, cuando vi cómo mis hijos empezaban a hacer en casa y en reuniones familiares el mismo tipo de fonomímicas y bailes que hacía yo durante mi fiebre de Parchís (en su caso con High School Musical), finalmente entendí qué necesario son esos momentos de ilusión y fantasía durante la niñez, esos mundos paralelos en los que nos sumergíamos, ausentes de miedos y frustraciones, llenos más bien de magia y de color, cargados de entusiasmo por cada pequeña cosa que hacíamos.

Hugo Von Hoffmannsthal escribió hace casi un siglo: "Sólo los artistas y los niños ven la vida tal como es". En los corazones de quienes vimos la vida a través de su música, las letras de sus canciones, sus juegos y aventuras, Parchís vivirá para siempre.