En la zona Superstar
Retorno a mi búsqueda, recordando las palabras de Janice Kragness, la amable bibliotecaria de la universidad de St. Thomas: “No sé quién podría guardar la lista [de las obras de arte del montaje de la crucifixión]… quizá el departamento de dirección artística del filme o los archivos de Universal Pictures”. Entonces, tipeo en el buscador de internet “Jesus Christ Superstar film art direction”, y entre los primeros resultados aparece un sitio web que llama peculiarmente mi atención: la Jesus Christ Superstar Zone. Al entrar, me encuentro con una especie de santuario dedicado a todo —pero todo— lo relacionado con Superstar, en cualquiera de sus representaciones: desde el álbum musical conceptual, los montajes teatrales, la película de 1973, y las adaptaciones realizadas hasta la actualidad. Nada menos que la comunidad de fanáticos de Jesucristo Superstar más grande de internet. Si hay un lugar donde por fin podré completar esta búsqueda, sin duda, es este.
Con mucho entusiasmo, recorro todos los compartimientos de la sección dedicada al filme de Norman Jewison. Navego tenazmente a través de un extenso mar de información —maravillado a la vez por el empeño y cariño con que evidentemente los administradores han construido y organizado este verdadero templo para los fanáticos de Superstar, como yo—, pero no encuentro nada sobre el montaje de la crucifixión: ni registros, ni detalles de la dirección artística, ni referencia alguna al equipo de producción de la película. Algo desalentado al no avistar tierra firme, descubro un formulario de contacto para escribir a los administradores de la Jesus Christ Superstar Zone. Les dejo un mensaje, casi con el mismo tenor que he venido utilizando en mis últimos pedidos de ayuda, pero esta vez sin dar tanto detalle, y en lo que a mí respecta, con más serenidad y con apenas un hilo de esperanza.
Batiendo todos los records de celeridad para responder, en menos de 30 minutos llega a mi bandeja de entrada el mensaje de Gibson DelGiudice, uno de los administradores del sitio web. Lo leo. Me siento mal por haber sido demasiado breve en mi mensaje inicial: me centré en hablar sobre la secuencia pictórica y mi búsqueda de las obras de arte detrás de cada fragmento, sin mencionar el grado de avance que ya tenía, ni mucho menos cuáles eran las dos pinturas que me faltaba identificar. Pensando que recién había comenzado con mi investigación, Gibson me proporciona los enlaces a cinco de las obras de arte de la secuencia pictórica: La Crucifixión, de Matthias Grünewald; San Lucas pintando la Crucifixión, de Francisco de Zurbarán; La Crucifixión, de Tintoretto; el Cristo crucificado, de Francisco Goya; y La Crucifixión, de Masaccio. Finaliza su mensaje con un ingenuo «¡Espero que esto te ayude a iniciar tu búsqueda!». Me siento peor.
Por la noche me doy un tiempo para responder. Ahora sí, con calma y paciencia, le explico mejor en qué parte de la travesía me encuentro, incluso le adjunto mis notas de investigación con el listado de las veintiún imágenes identificadas hasta el momento, junto con las pinturas y autores relacionados. Enfatizo los dos fragmentos por ubicar, explicando además las hipótesis que tengo sobre sus posibles autores y procedencia. Le expreso mi genuino agradecimiento por el tiempo que dedicó a responder a mi primer mensaje, y me despido finalmente, con cariño, de un fan a otro fan.
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Han pasado dos meses y hasta el momento no he vuelto a saber de él.
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