Yo amo a "Bobby D"

A mediados de los noventa, conocí a un peculiar cinéfilo llamado Renzo Danos. Alfredo Voysest, uno de los grandes amigos de mi primera juventud, fue el que nos presentó, seguramente motivado por nuestra común afición al séptimo arte. Por aquella época, a raíz de un pequeño proyecto emprendedor, otro cinéfilo también frecuentaba mi casa: Percy Diez. Algo recuerdo de esas interminables y fascinantes tertulias, cuando coincidían ellos dos, acerca de los directores de cine, las bandas sonoras, las escenas memorables y, por supuesto, los grandes actores. Así fue como nació mi curiosidad —que luego se convertiría en admiración— por el más grande de todos: Robert De Niro.

Sin televisión por cable y con solo una o dos salas de cine decentes en Lima, casi la única forma de ver películas era a través de los canales nacionales. El más esmerado en transmitir buenas "pelas" era el canal 2: Frecuencia Latina. Justo por aquellos días, anunciaban el "estreno" —en televisión— de la película de Penny Marshall, Despertares (1990). La impecable actuación de Robert De Niro —le valió una nominación al Oscar—, en el papel de un catatónico que se recupera temporalmente de su enfermedad para luego volver a ella triste e inevitablemente, me hizo sentir tal impotencia y desesperanza que —y debo confesar— lloré por largo rato.
En Despertares (1990), interpretando a Leonard Lowe, un paciente catatónico.
Junto a Robin Williams, en Despertares (1990).
Una prolífica carrera

Nacido en Nueva York en 1943, Robert "Bobby" De Niro abandonó la secundaria a los 16 años para dedicarse a la actuación. Estudió arte dramático con Stella Adler y Lee Strasberg, e intervino en producciones teatrales antes de debutar en el cine a finales de los años sesenta. No llamó mucho la atención hasta 1973, cuando logró una incisiva interpretación de un delincuente en Malas calles, de Martin Scorsese, película desde la que ambos, actor y director, "iniciaron una duradera colaboración, unidos por el interés de retratar el lado marginal de la emigración italiana en Estados Unidos" (Biografías y Vidas, 2013).
Como Vito Corleone, en El padrino: Parte II (1974)

Su vehemente compromiso en la interpretación de los personajes, su técnica metódica de actuación y profundo estudio de los rasgos físicos y psicológicos de los papeles que encarna lo convierten en uno de los actores más reconocidos de todos los tiempos. Precisamente, su primer Óscar lo ganó en 1975 por su actuación en El padrino: Parte II, de Francis Ford Coppola, para la que tuvo que vivir cuatro meses en Sicilia (Italia), interiorizando el dialecto siciliano para interpretar a Don Vito Corleone —casi todos los diálogos de su personaje son en italiano—. El segundo Óscar de su carrera lo obtuvo por su actuación como Jake La Motta en Toro salvaje (1980), de Martin Scorsese, para la que aprendió a boxear e incluso aumentó 27 kilos de peso para las escenas finales.

En Toro salvaje (1980), encarnando al boxeador Jake La Motta.
Otro de sus grandes personajes es, sin duda, el perturbado Travis Bickle en la película de 1976, Taxi Driver, de Martin Scorsese; se sabe que, como parte de su preparación, trabajó como taxista durante cuatro semanas. Asimismo, el ex-convicto Max Cady, en Cabo de miedo (1991), del mismo director, para la cual pagó 5,000 dólares a un dentista para darle un aspecto maltratado a sus dientes, pagando después de la filmación 20,000 para arreglárselos.

En 1995, "Bobby D" nos dejó dos interpretaciones que hicieron historia. Bajo la dirección de Michael Mann, trabajó con otro grande de la actuación, Al Pacino, en Heat: Fuego contra fuego, haciendo de un asaltante profesional de bancos a punto de retirarse —no sin antes dar su último golpe—. Y en Casino, de Martin Scorsese, encarnó a un mafioso administrador de un casino en Las Vegas que es víctima de la avaricia y la traición de su círculo más cercano.
Escena memorable en Heat (1995): Robert De Niro y Al Pacino juntos al fin.
A pesar de ser también director y productor de cine, De Niro no ha dejado de entregarse al 100% en cada papel que le ha tocado en su prolífica carrera como actor. A mi mente vienen: el infame saxofonista en New York, New York (1977); el soldado convertido en religioso en La misión (1986); el jefe de la mafia, Al Capone, en Los intocables (1987); la "criatura" en Frankenstein (1994); el agente de la CIA en Ronin (1998); el depresivo mafioso en Analízame (1999); el oficial entrenador de buceo militar en Hombres de honor (2000); el desconfiado futuro-suegro en La familia de mi novia (2000); y el agonizante anciano con un último sueño por cumplir en Año Nuevo (2011).

Robert De Niro en Juegos del destino (2012)

Pat Jr. (Bradley Cooper) y Pat Sr. (Robert De Niro).
21 años después de su última nominación al Óscar, por Cabo de miedo (1991), este año la Academia lo postuló para el premio a Mejor Actor de Reparto por su actuación en Juegos del destino (2012) —también titulada como El lado bueno de las cosas—, de David O. Russell, en la que encarna a Patrizio "Pat Sr." Solitano, padre del protagonista, obsesivo-compulsivo, apostador empedernido y fan del equipo de fútbol americano Las Águilas de Filadelfia.


La relación paterno-filial que se va desarrollando durante el filme me conmovió de verdad, quizás por las semejanzas que le encontraba con mi relación con mi propio padre. Tuve que contenerme para no lagrimear durante uno de los momentos más dramáticos de la película: la conversación que mantiene Pat Sr. con su hijo en la habitación, en la que le confiesa su desesperada necesidad de pasar más tiempo con él, la necesidad de esos lejanos momentos "padre e hijo".

Lamentablemente, el domingo pasado en la 85.° ceremonia del Óscar, "Bobby D" no se llevó el premio de la Academia —lo que fue una pena para todos sus seguidores—. Pero su actuación en la película ya nos ha dejado una gran lección. En el momento crucial (casi al final) del filme, Pat Sr. encara al protagonista —como si nos encarara a todos nosotros—, ofreciéndonos un verdadero brillo de sabiduría: "Cuando la vida te brinda un momento como éste, es un pecado no aprovecharlo"
"Let me tell you, I know you don’t wanna listen to your father, I didn’t listen to mine but I’m telling you, you gotta pay attention to the signs. When life reaches out with a moment like this, it’s a sin if you don’t reach back. I’m telling you, it’s a sin if you don’t reach back, and it’ll haunt you for the rest of your days like a curse. You’re facing a big challenge in your life right now, at this very moment, right here. That girl loves you, she really loves you. And I don't know if Nikki ever did, but she sure as hell doesn't love you right now. I'm telling you, don’t fuck this up" (Tomado del guión de la película, en TWC Guilds, 2013).

... Y por cierto, ¡feliz cumpleaños, querido y recordado Renzo Danos!

Fuentes:
Biografías y Vidas. (2013). Biografía de Robert de Niro. Recuperado de http://www.biografiasyvidas.com/biografia/n/niro.htm
CelebQuote. (2013). Silver Linings Playbook (2012). Recuperado de http://celebquote.com/10573
Internet Movie Database [IMDb]. (2013). Biography for Robert De Niro. Recuperado de http://www.imdb.com/name/nm0000134/bio
TWC Guilds. (2013). Silver Linings Playbook: Official shooting draft. Recuperado de http://twcguilds.com/assets/screenplay/silver-linings/screenplay.pdf
Wikipedia. (2013). Roberto De Niro. Recuperado de http://es.wikipedia.org/wiki/Robert_De_Niro

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