El Cristo de Goya

Miro una vez más la escena completa de la secuencia pictórica de la crucifixión en Getsemaní, de principio a fin —son tan solo 23 segundos—. Volver a verla, ahora pudiendo reconocer, con modesta facilidad, cada uno de los detalles de las obras de arte hasta el momento identificadas hace que me sienta más conectado que nunca con Jesucristo Superstar; lo que me genera una satisfacción difícil de describir y más aún de explicar. Hacia el final de la secuencia, las tres últimas imágenes son un acercamiento (zoom in) al detalle de una misma pintura de Cristo crucificado. De hecho, en toda la secuencia, es la única obra sobre la que se hace un énfasis tan evidente en el mismo detalle, en este caso, la expresión sobrecogedora del rostro de Cristo.

Busco la obra en Google con las palabras clave usuales, pero no logro hallarla. Su cuerpo inmaculado me recuerda el de las Bernardas Recoletas; este Cristo también mira hacia el cielo con ojos abiertos, pero con una inclinación de la cabeza hacia la izquierda. Intento nuevamente, añadiendo términos como “mirando hacia arriba” o “fondo negro” tratando de darle mejores pistas al buscador, y tampoco. Utilizo las palabras clave, ahora en inglés, “crucifixion painting Christ looking up”, y tras otra hora más de minuciosa observación a través de las imágenes resultantes, por fin la encuentro: es el cuadro del Cristo crucificado, de Francisco de Goya.

El reconocido pintor español presentó esta obra para su acceso a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (Madrid) a finales del siglo XVIII, y alcanzó gracias a ella el rango de académico de mérito. Si bien sigue la tradicional iconografía española de aquel entonces, hace algunos años un algoritmo matemático que analizó más de 60,000 cuadros y esculturas la eligió como una de las obras más originales de la historia del arte —desde el siglo XV hasta 2010—, coincidiendo con los expertos (humanos) en Goya. Según el especialista en Ciencias Políticas y Sociología, Miguel Ángel Criado, “la obra puntúa tan alto en originalidad que, aunque su influencia en el periodo posterior fue menor, se encuentra entre las más creativas de la historia de la pintura, al menos para las máquinas”.

No solamente la ausencia de sangre o de signos de flagelación es lo que me remonta al Cristo de las Bernardas Recoletas (atribuido a Velásquez) —pintado más de un siglo y medio antes—. Los cuatro clavos en lugar de tres, el supedáneo o apoyo para los pies del crucificado, así como la pureza y la belleza de su cuerpo, coinciden y conectan sorprendentemente con ese otro Cristo “español”. No obstante, al mirar nuevamente y dejarme conmover por la expresión de su rostro, creo reconocer lo acertado de la decisión del equipo de dirección artística de la película, de cerrar la secuencia con este drástico acercamiento, que parece reflejar el instante en que pronuncia sus últimas palabras, según los textos bíblicos: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?».

Fuentes:
Criado, M. A. (2015). El Cristo de Goya, el cuadro más original para las máquinas. El País [España]. https://elpais.com/elpais/2015/06/17/ciencia/1434529559_515924.html
Elgammal, A. & Saleh, B. (2015). Quantifying Creativity in Art Networks. arXiv, Cornell University [Estados Unidos]. https://arxiv.org/abs/1506.00711
Fundación Goya en Aragón. (2023). Cristo crucificado. https://fundaciongoyaenaragon.es/obra/cristo-crucificado/111 
Mayoral, F. R. (2018). El Cristo de Goya. http://el-rincon-del-nomada.blogspot.com/2018/05/el-cristo-de-goya.html 
Museo del Prado [Madrid, España]. (2023). Cristo crucificado. Goya y Lucientes, Francisco de. https://www.museodelprado.es/coleccion/obra-de-arte/cristo-crucificado/093cbda0-b9c4-445e-b6d3-56c423811f46   
Sanguino Arias, L. (2023). Cristo. Autor: Francisco de Goya y Lucientes. Arte Historia. https://web.archive.org/web/20100808112519/http://www.artehistoria.jcyl.es/genios/cuadros/936.htm 
Wikipedia. (2023). Cristo crucificado (Goya). https://es.wikipedia.org/wiki/Cristo_crucificado_(Goya)

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